lunes, 21 de septiembre de 2009

"Tengo preferencia"

Hacía tiempo que tenía ganas de escribir acerca del fenómeno del “tengo preferencia”.


Cuando circulamos por cualquier vía con nuestro vehículo e incluso como peatones, estamos participando del tráfico de alguna manera; todos somos usuarios de la vía pública y por lo tanto, deben regir (de hecho, rigen) unas normas de convivencia a nivel legal (código de circulación, código civil, código penal, etc.) y también a nivel moral (civismo, ética, empatía, compañerismo, caballerosidad, etc.).

Pues bien: la primera norma de todas, la más básica e importante es la siguiente:

DEBEMOS HACER TODO LO POSIBLE POR EVITAR EL SINIESTRO O ACCIDENTE, con independencia de preferencias, semáforos, líneas, rotondas y un largo etcétera de excusas para circular por la vía pública como si tuviéramos ganas de tener un accidente.
Gracias a que desde hace años trabajo en el mundo de los seguros y en los últimos siete muy especializado en los seguros de auto, he visto y sigo viendo muchos siniestros (mejor dicho, el resultado de los mismos); todas son historias diferentes pero con un mismo patrón.

Los clientes te explican el siniestro con todo lujo de detalles, se recrean, se gustan; te cuentan todas sus batallitas al volante desde que se sacaron el carnet con 18 años…

Muchas veces es siniestro es culpa de nuestro cliente y otras tantas es culpa del contrario.

La conclusión que saco es que la mayoría de estos siniestros podían haberse evitado si se hubieran dado dos circunstancias que no se dieron:

1.- Pericia (de ambos conductores)

2.- El vehículo perjudicado ha hecho lo posible por evitar el siniestro.

Y es que parece que cuando tenemos PREFERENCIA ya nos dé igual que nos den un golpe y nos dejen sin vehículo tres semanas o, peor aún, tengamos que visitar un hospital. Sí, sí: “no ha sido mi culpa porque tenía preferencia”; pero tú con el coche chafado, don preferencia.

Normas básicas para no tener siniestros al volante:

1.- Conducir ajustado a las normas de tráfico (todas, incluso esta que te parece tan ridícula… por algo estará y tú no sabes tanto como crees)

2.- Preveer y facilitar las maniobras de los demás (esas que sabemos que van a hacer, aunque no lo señalicen; hay quien disfruta fastidiando al prójimo)

3.- Dejar la preferencia a un lado y usar el sentido común. (esto sirve para vigilar ante un cruce con preferencia, por si algún peatón cruza en rojo, en fin, para muchas situaciones).

Son preceptos muy sencillos y recomendables para tener una vida más sana y saludable.

Créanme: tener un siniestro y no ser el culpable no es un buen negocio. El buen negocio es no tener el siniestro.

Salud para todos

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